Es un conjunto de elevado interés, compuesto por los edificios de vivienda y diversas construcciones auxiliares que se disponen en la parte trasera. Destacan especialmente los primeros. Componen aproximadamente un rectángulo, compuesto por tres volúmenes diferentes: una torre de planta circular que se adosa a un cuerpo de vivienda de planta cuadrada, y un tercer cuerpo de vivienda que es una prolongación del anterior y se dispone a continuación del mismo, formando un ligero ángulo en la fachada. Todos ellos están construidos en mampostería, revocada con mortero de cal y arena en algunos de los laterales, y encalada en la fachada principal. Las cubiertas, que en origen debieron de ser todas de losas, alternan actualmente este material con la teja. Esta masía pertenece a la tipología de casa fuerte mediante torre adosada, aunque no se puede olvidar la otra torre situada en el extremo contrario, aunque rebajada en altura y transformada. Sus propietarios, la familia Ballarín, afirman que la casa contaba con cuatro torres cilíndricas en los ángulos, de la cual se conserva la del lado noroeste. La torre es de obra de mampostería de piedras irregulares, armada con argamasa de cal, con una altura de cuatro plantas, es de planta circular de cuatro pisos y se cubre con un tejado cónico, y en sus muros presenta alguna aspillera original y vanos de apertura posterior, así como vestigios de lo que fue un matacán corrido en su parte más alta del que se conservan las ménsulas y las ventanas que servían para acceder a él, aunque afirma Adolfo Castán que podría tratarse de varios matacanes individuales, similares a los de la torre de Casa Girón de La Puebla de Fantova. Interiormente, cada piso de la torre cuenta con un acceso a la casa. En el lado opuesto del edificio se situaría la otra torre ya mencionada, rebajada en altura y transformada completamente en vivienda; encima de la puerta de acceso a esta se conserva un curioso escudo que representa a un cordero.  El cuerpo principal de la casa, adosado a la torre, es de planta aproximadamente cuadrada. No queda en él, por el exterior, ningún elemento visible de su construcción original, y su aspecto es producto de una reforma especialmente cuidada e interesante que debió de tener lugar a finales del siglo XVIII o principios del XIX. En la planta baja se abren dos puertas en arco de medio punto y una tercera, cegada, en arco escarzano. Los elementos de mayor interés se disponen en la primera y segunda planta, con sendas hileras de tres balcones en cada una. En ambas plantas son adintelados y están flanqueados por pilastras de yeso; los de la planta principal, sin embargo, se rematan mediante un tímpano semicircular enmarcado por un arco de medio punto moldurado. El cuerpo de vivienda del extremo de la derecha es el de construcción más tardía, pudiendo ser poco posterior a la reforma mencionada en el volumen principal de la vivienda. Tiene tres planta y falsa, con una distribución de los vanos en la fachada menos cuidada que en el cuerpo contiguo. Destacan dos puertas en arco de medio punto, de diferente luz, en la planta baja, y la hilera de ventanas romboidales del piso superior, correspondiente a la falsa. En el interior pueden destacarse el patio cubierto con bóveda y la capilla de Santa Catalina, contigua al patio y con acceso desde este.